lunes, 23 de agosto de 2010

Apoyo a las mamas que desean amamantar muuucho tiempo

Las madres que siguen dando el pecho después del año se enfrentan con numerosos problemas, sobre todo debido a las críticas de quienes creen que eso “no es normal” y las amenazan con todo tipo de enfermedades y catástrofes. En realidad, no se conoce cuál es la edad “natural” del destete en el ser humano. Cada cultura tiene al respecto sus propias costumbres, aunque desde luego ninguna desteta tan pronto como la cultura occidental del siglo XX. La antropóloga norteamericana Katherine Dettwyler (1) ha abordado la cuestión desde la zoología comparada, extrapolando una hipotética edad del destete en el ser humano a partir de los datos referentes a otros primates, a partir de varios parámetros que se correlacionan de forma más o menos exacta con la lactancia:

a) Según el peso al nacer.
Suele decirse que los mamíferos se destetan cuando han triplicado su peso al nacer. Esto sólo es válido para los animales pequeños; los animales de tamaño parecido al nuestro se destetan tras cuadruplicar el peso al nacer, lo que sería aproximadamente a los dos años y medio.
b) Según el peso del adulto.
Muchos mamíferos se destetan al alcanzar aproximadamente la tercera parte de su peso adulto. Como en nuestra especie el varón adulto es más grande, ello representaría un destete más tardío: los niños hacia los siete años (al alcanzar los 23 kg.), y las niñas poco antes de los seis años (con 19 kg.).

c) Según el peso de la madre.

Los investigadores Harvey y Clutton-Brock encontraron que, en un gran número de primates, la edad del destete en días es igual al peso de la hembra adulta en gramos multiplicado por 2,71. Aplicando esta fórmula a una madre de 55 kilos, correspondería destetar a los tres años y cuatro meses.

d) Según la duración de la gestación.

La relación entre la duración de la lactancia y la duración de la gestación es muy variable entre los primates, pero parece depender del tamaño de los individuos. En los monos pequeños, dicha relación suele ser inferior a dos; pero entre nuestros parientes más cercanos (en parentesco y tamaño), la relación es de 6,4 para el chimpancé y de 6,18 para el gorila. Si asumimos que para el ser humano dicha relación ha de ser también superior a 6, el resultado es un mínimo de cuatro años y medio de lactancia.

e) Según la dentición.

El destete suele producirse en muchos primates cerca de la erupción del primer
molar permanente, lo que correspondería a los 6 años en el ser humano.
Como conclusión, Dettwyler supone que la edad normal del destete en el ser
humano debe estar en algún punto entre los dos años y medio y los siete.

Carlos González

domingo, 15 de agosto de 2010

Danza en espiral





En centro de la Rueda me siento ELLA
LA GRAN MADRE.
Más que nunca el gran Caldero rojo
se aviva dentro de mi y
CREA
Una hermosa vida.
CREA.

Este centro siempre quieto
Observa cómo la Vida
gira y gira.
Siempre lo mismo y
en constante cambio.
La Vida y la Muerte
de la mano,
íntimas,
El Comienzo y el Fin
Inseparables.

Es la DANZA EN ESPIRAL
y yo aprendiendo a danzar
con ELLA, la Hermosa Diosa.

Ahora es más fácil,
me ayudan palabras con fuerza
REGRESO A CASA
ÚTERO, MUJER, MANADA
DIOSA, MENSTRUACIÓN
ABUNDANCIA,
BRUJA, CALDERO…
Todas resuenan en mi mente,
en mi corazón,
en mi vientre…
Todas han cobrado un significado
nuevo para mi.

Me siento afortunada
de transitar mujer en esta vida.
Honro como nunca mi sangre
y las fases que la preceden,
la sangre que me une a mis hermanas,
las mujeres.
A las que estuvieron, a las que vendrán.
Un hilo rojo continúo Iluminado por la luna
que siempre está ahí , complice.
La manada me da fuerza,

me lleva en volandas,
juntas regamos la tierra, la fertilizamos.

Y me siento bruja,
me llamo bruja.
Puedo transmutar cualquier cosa,
cualquier situación.
Me gusta la Magia
que sucede a cada instante
a mi alrededor.

Viajar al submundo
ya no me da miedo
Subo perlas preciosas de allí.
La vieja,
la sabia,
Perséfone me acompaña,
ya nunca estoy sola.

Bienvenidas a mi Vida también
Brigit, con su llama,
Artemis, con su arco,
Y Afrodita con su amor.
Gracias a la Diosa
que me nutre a cada instante,
a cada giro.
Ella provee y nada me falta,
nada nos falta.

Ella no está fuera
Ella está dentro de mi.
Ella y sus mil caras.
SOY YO, la Araña,
la que teje su vida
y su destino…

Ya no se me olvida
de donde soy
porque somos miles
RE.CORDANDO


Dara

martes, 10 de agosto de 2010

Un dato sobre la lactancia a partir de los dos años

Es cierto que a partir de los dos años de lactancia y de manera gradual, la composición de la leche cambia, y efectivamente pierde algo en cuanto a poder calórico y nutritivo, pero esto es así porque aumenta muchísimo la concentración de anticuerpos (y en ese sentido parece ser que la leche pasados los dos años tiene un poder protector frente a infecciones similar al del calostro, que como sabeis es muy grande). Además, estos anticuerpos tienen la particularidad de ser inespecíficos, es decir, protegen "en general" contra la entrada de microorganismos en el cuerpo, al contrario de lo que ocurre hasta los dos años, que la mayor parte de los anticuerpos son específicos (es decir, protegen frente a virus y bacterias concretos con los que la madre ha estado en contacto y frente a los que ha producido esos anticuerpos). La teoría es que esto ocurre así porque a partir de esa edad es de suponer que el niño tiene mayor independencia y autonomía, y existen mas posibilidades de a menudo él y su madre no estén en contacto con los mismos virus y bacterias, con lo cual las defensas específicas de mamá tendrán menos utilidad...

Del blog Los ojitos que brillan

domingo, 8 de agosto de 2010

Aprendiendo a ser mamiferos de nuevo

Aprendiendo a ser mamíferos de nuevo
Pocas mujeres dan a sus bebés el pecho pese a las políticas públicas de fomento de la lactancia materna - Pesan la cultura del biberón y la falta de formación y apoyo de los profesionales

Una de las experiencias más agobiantes para una madre primeriza es intentar que el bebé llorón y hambriento que acaba de revolucionar su mundo se enganche al pezón, dolorido por las grietas, mientras su suegra repite: "Dale un biberón, se crían igual de bien". Y es que cualquier conversación de madres, un vistazo a los foros de Internet, o la cantidad de artilugios inventados para facilitar la lactancia materna parecen indicar que somos unos extraños mamíferos que ya no sabemos alimentar a nuestros bebés, y que nos extinguiríamos si no existieran los biberones.

¿Por qué algo en teoría natural resulta tan difícil hoy en día, hasta el punto de que muchas madres deciden no dar a sus bebés leche materna, pese a sus incontables beneficios, tanto para la salud como para la vinculación afectiva? La Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomiendan amamantar de forma exclusiva (sin agua, zumos, infusiones, ni leche artificial) hasta los seis meses de vida, y seguir con la lactancia, junto con otros alimentos, hasta los dos años o más.

Pero la realidad es muy distinta: aunque a la salida del hospital, la mayoría de las madres (80%) dan el pecho, a los tres meses solo el 52,5% de los niños toman leche materna en exclusiva, y a los seis, el 36%, según los datos que dio el lunes, comienzo de la semana mundial por la lactancia, la AEP.

Una mezcla de falta de formación y de apoyo coordinado de los profesionales, junto con la información insuficiente de la futura madre, sometida a un bombardeo de falsos mitos y presiones familiares y sociales, dificultan que se cumplan las recomendaciones sanitarias y los deseos de muchas mujeres de prolongar la lactancia. Subyace la pérdida de referentes culturales, tras décadas en las que no hemos podido aprender a amamantar observando a otras mujeres pues el biberón se ha convertido en la norma, en gran parte por la mercadotecnia agresiva de los fabricantes, que han logrado que se vea como positivo alimentar a los bebés con leche de otra especie -la vaca- en la que hay que eliminar y añadir componentes para imitar a la leche materna. Si se suman las raquíticas políticas para compaginar lactancia y trabajo, como la baja maternal de 16 semanas, el resultado es obvio.

La vivencia de Mónica Cuello, de 31 años, es un ejemplo de esta conjunción de factores. No pensaba amamantar -"mi madre no pudo", dice, algo de lo que están convencidas muchas mujeres que dieron a luz en la segunda mitad del siglo XX-, pero tras las clases de preparación al parto, decidió hacerlo. "El problema es que te dicen que es importante dar el pecho, pero no cómo ni qué esperar", opina esta mujer trabajadora. "No me informé más pues creía que era algo natural".

Cuando nació Alejandro, hace 15 meses, se dio de bruces con la realidad. "El primer día ni me preguntaron cómo me iba. Sólo me dijeron que me lo pusiera 10 minutos a cada pecho cada tres horas". Cuello pensaba que mamaba bien, pero al día siguiente había perdido el 7% de peso, y le dieron un biberón de leche de fórmula. Cuando al fin una matrona le ayudó a colocarse al niño al pecho, le dolió mucho. "Me dijo que tenía que doler". Esta madre abandonó la lactancia antes de salir del hospital. "Del dolor tan fuerte me deprimía y no me permitía estar bien con el bebé".

"El mayor error es que las madres lleguen pensando que dar el pecho es fácil", opina Jesús Martín-Calama, coordinador nacional de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia. Lanzada por la OMS y Unicef, acredita a los hospitales que cumplen una docena de pasos con el sello IHAN, que en muchos países se identifica con una atención de calidad. "En el 50% de los casos, hay problemas", dice Martín-Calama. "Los bebés se tienen que adaptar al pecho de su madre, y para eso, necesitan paz, tranquilidad, tiempo para ponerse en contacto y acoplarse", explica. "Que quede claro que los primeros 10 días no es fácil, no es lo bonito que vendrá luego. Pero como no ayudes a la madre esos primeros 10 días, se quedará sin vivir esa experiencia".

Para Martín-Calama, "lo que distorsiona todo es la gran facilidad para solucionar cualquier problema con un biberón, lo que no sucede en la naturaleza. Al mínimo contratiempo, se tira la toalla", afirma. "El mundo sanitario sigue sin confiar en que la madre produzca suficiente leche, lo que hace que muchas abandonen en los primeros meses", critica Gema Cárcamo, presidenta de Multilacta, una asociación madrileña de apoyo a la lactancia.

"Ni para ser médico ni pediatra me enseñaron nada sobre lactancia", dice Carlos González, autor de Un regalo para toda la vida. Guía de la lactancia materna. "Ahora sí se hace, pero los médicos que llevan más años necesitan un reciclaje". Es un problema común en los países desarrollados. "Con demasiada frecuencia, cuando hay dificultades, los profesionales de la salud suplementan con biberones, por falta de las destrezas o la experiencia necesarias", dice Bernadette Daelmans, médica del equipo de salud y desarrollo de recién nacidos y niños de la OMS.

Josefa Aguayo, miembro del comité de lactancia materna de la AEP y jefa de sección de Neonatología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla va más allá: "Hay muchas interferencias. Empieza desde la medicalización del parto, lo que se ha extrapolado a la lactancia y la crianza", opina. "Aún hace falta mucha formación", afirma Aguayo, para la que es fundamental que los profesionales, desde atención primaria, transmitan un "único mensaje" a la mujer. Coincide Concepción Martínez, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Matronas de España, quien añade: "Se ha perdido el instinto. Un recién nacido, si lo dejas sobre su madre, piel con piel, a los 70 minutos como máximo empieza a mamar".

La experiencia de Cuello también muestra una situación frecuente, tanto en centros públicos como privados: la contradicción de que una política oficial de apoyo a la lactancia materna, en la práctica, choca con rutinas anticuadas, falta de formación o un simple comentario de un profesional, que dicho en un momento de máxima sensibilidad y agobio, puede acabar con el deseo de amamantar de la mujer.

Aunque el hospital de Cuello siguió la recomendación de poner al recién nacido sobre la madre, llevó a cabo prácticas desaconsejadas: fijar duración y tiempo a la toma, dar leche artificial sin haber intentado que la madre se extrajera leche, y hacerlo en biberón en vez de con jeringuilla (para evitar que el bebé confunda el modo de succionar la tetina con el del pezón, totalmente distintos). Y por último, dejar que la mujer se fuera con la convicción de que dar el pecho es doloroso, cuando con solo corregir la postura podría haber dejado de serlo.

"Desde 2008, sabiendo que las cosas no se hacían bien, empezamos un proyecto de fomento de la lactancia materna", explica la doctora Begoña Arias, responsable de este programa en los hospitales de Sanitas, entre ellos el de La Moraleja, donde dio a luz Cuello. Arias reconoce que, por desgracia, "estas cosas puntuales seguirán pasando", aunque se trabaja para evitarlo: han dado charlas de formación a todo el personal, están cambiando protocolos de actuación, y han creado una consulta externa de lactancia para las madres una vez recibida el alta.

"Es muy difícil lograr el cambio de mentalidad de todos los profesionales de un centro", confirma Martín-Calama. En España, sólo hay 15 hospitales acreditados por la IHAN, y otros dos están en proceso muy avanzado. Son menos del 10% del total, frente al 90% en países como Suecia o Noruega. "Hay que poner a todo un hospital, incluidos auxiliares o celadores, a trabajar para una causa", explica.

El 12 de Octubre (Madrid) está a punto de lograr la acreditación, algo meritorio, según Martín-Calama, dado el tamaño del centro, con 7.000 trabajadores. Es el primer hospital español con un banco de leche materna, y sigue prácticas como limpiar al recién nacido o valorar su salud encima de la madre, incluso tras una cesárea si su estado lo permite. Las vacunas o el peso se posponen dos horas, y se intenta que madre y niño se separen lo mínimo. Un profesional observa la primera toma para prevenir problemas.

Este centro cuenta con una consultora certificada en lactancia materna, Juana María Aguilar. Una de sus labores es impartir talleres a las madres ingresadas. En camisón, y la mayoría con el bebé de pocos días en brazos, las mujeres, algunas muy jóvenes, muchas inmigrantes, desgranan sus dudas. "Las clásicas son: 'No tengo leche', '¿Le alimentará lo suficiente?' y '¿Se queda con hambre?", resume Aguilar. Durante la charla, muy participativa, esta enfermera intenta reforzar la confianza de las madres.

"El pilar fundamental es que la mujer desee lactar. Cuantas más armas le ofrezcamos para que informe a la familia y a la pareja, mejor", afirma. Armas necesarias para vencer la presión de madres y suegras de las parturientas. "Pues yo te crié con biberón y mira qué bien estás". O "¿Por qué pide tanto? Se ha quedado con hambre", son dos clásicos que alimentan las inseguridades maternas.

Una vez la madre consigue lo más difícil, instaurar la lactancia, las presiones, incluso de los propios pediatras, continúan con comentarios como "ya es muy grande para tomar el pecho" o "lo estás malcriando". "A menudo, familiares y amigas de la madre saben muy poco de lactancia, o han tenido experiencias negativas y no la pueden ayudar. De hecho, puede oír todo tipo de comentarios destructivos de gente ignorante que no entiende el proceso de la lactancia", afirma por correo electrónico Christiane Rudert, experta en nutrición de Unicef.

Por suerte, el panorama, poco a poco, está cambiando. "Hace 20 años, era rarísimo que alguien diera el pecho más de seis meses", asegura Carlos González, quien reivindica el amamantamiento, más allá de los beneficios para la salud, como "un derecho, una experiencia vital" muy importante para muchas mujeres. "Mejorará a medida que salgan nuevas generaciones de médicos con formación en lactancia materna, y se vean más mujeres dando el pecho. Es un círculo virtuoso".

www.elpais.com

viernes, 6 de agosto de 2010

Eduardo Punset, la crianza y el bienestar de la sociedad_El abandono del bebé en la cuna es comparable al desamor en el adulto

“Hay que querer a los hijos incondicionalmente. Se trata de uno de los descubrimientos más recientes e impactantes de los mecanismos afectivos. La manera más expeditiva de poner remedio a tanto desgobierno sentimental y a la depredación afectiva consiste, precisamente, en aceptar de una vez por todas que sin amor incondicional no hay proceso de aprendizaje posible. No hace falta descubrir la pólvora y dar con la mezcla ideal de recompensa y castigo para el aprendizaje. Querer a los hijos incondicionalmente no significa querer todos sus actos, sino hacerles sentir que existe un lugar, su hogar, donde son amados y protegidos por lo que son intrínsecamente. Verá como todo empieza a funcionar de una manera distinta.”

¡Parece una obviedad pero no lo es¡

No sólo no hay amor incondicional en los miles de padres que abusan de sus hijos, tampoco lo hay en los millones de padres pacíficos que amamos a veces más nuestra propia comodidad, la disciplina y ciertas normas sociales que a nuestros hijos.

No hay amor incondicional en no darle de mamar amamantarlo con lactancia materna ni siquiera 1 día de vida y pedir voluntariamente la inyección/pastilla para cortar la leche, no hay amor incondicional en dejarle llorar en una cuna sin consolarlo, no hay amor incondicional en exigirles comportamientos de independencia impropios de su edad, no hay amor incondicional (ni comprensión sobre sus necesidades) en separarlos voluntariamente de sus padres largas horas en los primeros meses, etc.

¿Por qué creeis que San Agustín dijo: “dadme otras madres y cambiaré el mundo“? En la crianza con amor incondicional está el gran cambio de la Humanidad.


El peculiar científico Eduard Punset acaba de lanzar su último libro El viaje al amor, en el que habla de la importancia del amor de los padres hacia el hijo durante los primeros años de vida.

Según Punset, el amor que brindamos a nuestros hijos en edades tempranas determina su amor adulto y su forma de encarar las relaciones afectivas en el futuro.

En su ensayo sobre el amor dedica una parte especial a la infancia, ya que dice, y coincido plenamente con él en ese sentido, que el amor adulto se fragua en el entorno maternal en ese período de la vida.

Para quienes crean que al bebé no le pasa nada por dejarlo llorar en la cuna, las palabras del científico les sorprenderán.
Dice que está demostrado que el bebé abandonado en la cuna, desamparado en la oscuridad siente la misma desprotección y utiliza los mismos mecanismos cerebrales que el adulto frente al desamor.

A lo mejor los adultos podemos recordar ese enorme vacío que produce el desamor para comprender al bebé que nos reclama insistentemente en la cuna.

No acudir a atenderlo podría tener consecuencias más graves de lo que creemos, pues como comenta Punset en su libro, si el bebé recibe amor y contacto táctil con los padres durante los dos primeros años de vida crece con mayor confianza en sí mismo y genera una autoestima que le acompañará durante el resto de su vida.


EDUARDO PUNSET

De mamas a tiempo completo S.A.

PROYECTO FELICIDAD EN ASTURIAS

Proyecto Felicidad es una iniciativa que se está desarrollando en varios centros comerciales de España (de Sonae Sierra) y tiene como objetivo fomentar la felicidad infantil. Y te preguntaras ¿cómo lo hacen? Pues todo comenzó con la prestigiosa psicóloga Silvia Álava que elaboró un estudio en el que revelaba las ocho claves de la felicidad en los niños. Proyecto Felicidad, ayudados por un grupo de monitores, estudió como llevarlas a la práctica y comenzó a organizar en los centros comerciales de Sonae Sierra talleres para padres y niños donde les ayudan a mejorar pequeños hábitos que les harán más felices. La novedad es que estos talleres son gratuitos en los centros comerciales y que son juegos y actividades no dirigidas exclusivamente a niños, sino a las familias enteras.
El proyecto está rozando la etapa final, y han logrado un gran éxito con una participación de más de tres mil familias. Están muy contentas, y aún les quedan fuerzas y ganas de hacer que el ultimo taller. La primera semana de septiembre estarán en Asturias, en concreto en el centro comercial Parque Principado.

Talleres para educar en la Felicidad
CENTROS COMERCIALES DE DIFERENTES COMUNIDADES AUTÓNOMAS SE UNEN EN UN PROYECTO QUE DESCUBRE LAS CLAVES DE LA FELICIDAD INFANTIL
El 40% de la felicidad se atribuye a lo que hacemos y a lo que pensamos
La psicóloga infantil Silvia Álava ha asesorado a nuestro equipo, basándose en estudios de la Dra. Sonja Lyubomirsky y María Jesús Álava Reyes, y ha desarrollado una serie de pautas básicas que ayudan a potenciar la felicidad en los más pequeños. Para Silvia Álava “el 50% de la felicidad se debe a factores genéticos, un 10% a las circunstancias vividas, y el 40% a la actividad emocional, que podemos aprender a controlar para ser más felices”.

Para poner en práctica las conclusiones de la investigación, los centros comerciales realizarán una serie de talleres para padres capitaneados por el “Comando Felicidad” que explicará, adaptándose a cada edad y necesidad concreta, cuáles son las facetas a potenciar en la educación del niño.

Según Mónica Pinto, Country Marketing Manager de Sonae Sierra, , “con estos talleres no queremos enseñar a los padres a educar a sus hijos, sino darles esas claves que hacen de un niño normal un niño feliz. Los padres en ocasiones no le dan importancia a actuaciones o conversaciones aisladas, pero los niños se quedan con detalles increíblemente pequeños que pueden afectar a su carácter y su desarrollo futuro”.

En los talleres para educar en la felicidad, los padres con niños entre 2 y 12 años, descubrirán las 8 claves para potenciar la felicidad de sus hijos en una serie de actividades rotativas que fomentarán la gratitud, amabilidad, trabajo en equipo, hacer actividades con sus hijos, la comunicación o la integridad. Además durante el tiempo que dure la actividad se reproduce un video infantil y didáctico sobre las claves de la felicidad en la infancia y los consejos para potenciarla.


http://www.facebook.com/ProyectoFelicidad2010

Ya sabes, si te pilla cerca no dudes en pasarte... toda una feliz experiencia.

Taller para profesionales de la maternidad. Alicante

TALLER PARA PROFESIONALES DE LA MATERNIDAD EN ALICANTE
EL DOMINGO 12 DE SEPTIEMBRE, 2010.


"Facilitando la clase prenatal
5 herramientas para la educación prenatal:
Arte, comunicación, representación, drama y acción"


DONDE:


Numero 2, Calle Romeu Palazuelos, sexto A.
03013 Alicante
Teléfono (sólo durante el mes de Septiembre) 966-35-33-37
antes de Septiembre email: rompiendoaguas@gmail.com


Plazas limitadas al aforo!
Horario: 12-18 pm
Precio: 60 € por participante
Inscripciones: rompiendoaguas@gmail.com
Nota: Traer ropa comoda!

¿A QUIEN VA DIRIGIDO?
A doulas, matronas, terapeutas, consejeras de lactancia y todo aquel que trabaje informando o educando a futuros padres

¿PARA QUE ES ESTE TALLER?

Para entender la importancia de la educación perinatal como agente de cambio
Para fomentar la decisión informada
Para aprender nuevas técnicas y ejercicios que fomenten el aprendizaje
Para estimular la creatividad y enriquecer el trabajo de aquellos que educan a futuros padres.

¿QUE VOY A APRENDER?

Una gran variedad de formas de hablar sobre un tema, inducción, lactancia, perdida.
Maneras dinamicas de estimular el aprendizaje en los adultos
Cómo crear elementos visuales para las clases de manera casera
Cómo aplicar estas 5 herramientas(arte, comunicación, representación, drama y acción) en diferentes temas.
Qué es la facilitación y por que importa
Cómo tratar temas dificiles
Ejercicios para utilizar durante las clases


¿Quien lo imparte?

Jesusa Ricoy Olariaga

Profesora de educación para el nacimiento
Diplomada por la Universidad de Bedforshire en Londres, Reino Unido.
Licenciada por el National Childbirth Trust ,ONG que lleva más de 50 años abogando por los derechos de los padres y bebés, y ofreciendo clases en el Reino Unido.
Formada como doula(compañera de parto) por Michel Odent (Autor, y médico pionero en el uso de piscinas para el parto) y Liliana Lammers
Colaboradora en la linea telefónica para la atención a mujeres traumatizadas por experiencias de parto, formada por Sheila Kitzinger, (autora, antropóloga y activista del nacimiento).
Colaboradora en la sección de apoyo psicólogico online del blog de Eduard Punset
Doula registrada y acreditada por Doula U.K.
Madre de dos hijos paridos en hospital y en casa, amamantados y que están siendo educados en casa.