viernes, 8 de noviembre de 2013

Enseñar las verguenzas

Precioso texto encontrado en www.faktorialila.com... nos toca desaprender.

ENSEÑAR LAS VERGUENZAS

Me enseñaron la vergüenza.
Me enseñaron a avergonzarme de mi cuerpo, de mis actos, de mis pensamientos.
Me enseñaron que lo que pienso es absurdo, que lo que hago es ridículo, que lo que deseo es sucio.
Y aprendí a no decir lo que pensaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor pensara algo mejor.
Y aprendí a no hacer lo que me apetecía, por vergüenza de que alguien a mi alrededor creyera que era inoportuno.
Y aprendí a no perseguir lo que deseaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor opinara que era inapropiado.
No contenta con someterme a la mirada externa, me plegué también a la vergüenza ajena.
Y aprendí a preguntarle a la vergüenza cómo vestirme, no vaya a ser que alguien pensara que voy buscando gustar, destacar. Y aprendí a escuchar a la vergüenza al desnudarme, no vaya a ser que me sintiera cómoda en mi cuerpo, y me acostumbrara a enseñar(me)lo sin miedo. Y aprendí a consultar con la vergüenza antes de abrir la boca, no vaya a ser que dijera sin filtro lo que me pasa por la cabeza, y se enterara la gente.
Y dejé de bailar, de reír a carcajadas, de rascarme el culo, de preguntar lo que no entiendo, de opinar lo que pienso, de compartir lo que siento, de pedir ayuda, de ponerme faldas, de ir a la playa, de comer o llorar en la calle, de ir sin sujetador, de pintarme, de salir sin pintar, de bajar a la calle despeinada, de usar esa ropa que dicen que no me pega nada, de llamar a quien echo de menos, de tomar la iniciativa, de decir que no, de decir que sí, de quejarme, de vanagloriarme, de estar orgullosa, de admitir que estoy asustada.
Y, a base de sentirme cada día más avergonzada, entendí que mi vergüenza nunca iba a sentirse saciada. Que toda la vida iba a imponerse entre yo y mi representante impostada. Así que busqué a mi sinvergüenza interna. Y le costó salir un poco, le daba vergüenza. Pero acabó sacándome a bailar, haciéndome dúo al cantar, saliendo conmigo a la calle con la cara sin lavar, animándome a hablar, a ignorar las cosas que me deberían avergonzar...
Y ahora no tengo tiempo para sentir vergüenza. Estoy ocupada viviendo.

Hablemos de motivación... esa es la actitud...¡vamos!


martes, 5 de noviembre de 2013

El clítoris

Hace unas semanas me encontré este artículo pululando por Facebook.
Me parece necesario difundirlo y gritarlo a los cuatro vientos. Va siendo hora de despertar nuestra sexualidad y sacudirnos tabúes y prejuicios que ya no nos pertenecen.
 
Después de este artículo me parece conveniente que te tomes un tiempo para ver el documental sobre la masturbación femenina de Betty Dodson... que lo disfrutes.

EL CLÍTORIS
Una recopilación de datos que seguro muchxs desconocen sobre este órgano femenino.

1. El clítoris tiene como único propósito es dar placer (contrario al pene, que tiene fines reproductivos). En la mujer, el clítoris es el único órgano con esta funcionalidad exclusivamente erotizante y orgásmica. En el caso del hombre, también hay un órgano con una función exclusivamente erógena, los pezones.

2. El clítoris está hecho de tejido eréctil que se endurece durante la estimulación sexual y se relaja después del orgasmo.

3. Entre el 50 y el 75% de las mujeres alcanzan el orgasmo por medio de estimulación del clítoris, con o sin penetración vaginal.

4. El clítoris no se deteriora con el tiempo, incluso se hace más grande. Al final de la pubertad, el clítoris de una chica habrá duplicado su tamaño. Para cuando una mujer tiene 32 años, su clítoris es casi cuatro veces más grande que cuando tenía 20 menos. Después de la menopausia, el clítoris es siete veces más grande que al nacer, lo cual podría explicar que las mujeres mayores reporten tener sexo tan glorioso.

5. Además de la punta del clítoris, una mujer tiene tres zonas erógenas dentro y alrededor de la vagina que se conectan y estimulan al clítoris. Estas incluyen al punto G, pero también al A y U.

6. Los exploradores del sexo del Tao Chino, le llaman al punto G “la perla negra”.

7. El clítoris está presente en todas las hembras mamíferas. El más grande jamás registrado es el de las hienas, que dan a luz, orinan y tienen orgasmos por medio de su clítoris.

8. El clítoris es mucho más grande de lo que imaginas. En promedio mide entre 8 y 12 cm de largo y 6 cm de ancho.

9. La habilidad de una mujer para alcanzar el orgasmo y su intensidad no tiene nada que ver con el tamaño, forma o color de su clítoris.

10. La parte externa del clítoris es la que podemos ver. Esta cuenta con 8,000 terminaciones nerviosas, el doble que el pene promedio.

11. Estas terminaciones se comunican con una red de 15, 000 terminaciones más en la región pélvica completa. Esto significa que al contrario de lo que dijo Freud, los orgasmos del clítoris no son inferiores a los vaginales, sino que técnicamente todos ocurren gracias al clítoris.

12. El resto del clítoris es interno y se conecta por medio de un conducto conocido como corpus cavernosum. Este se compone de un par de estructuras de tejido eréctil que cuando se levantan, envuelven y aprietan los lados de la vagina como si le dieran un abrazo.

13. El corpus cavernosum se extiende y se separa en dos ramas o alas conocidas como curs, que crean una estructura en forma de Y. Cuando estas son estimuladas, se llenan de sangre y pasan de apuntar a las caderas hacia la columna vertebral.

14. Debajo de las alas, al lado de la apertura vaginal están los vestíbulos del clítoris, conocidos como bulbos vestibulares. Estas estructuras en forma de saco de tejido eréctil se encuentran debajo de la labia majora. Al igual que corpus cavernosa, se llenan de sangre con la excitación, lo cual encierra la apertura vaginal, incrementa su dureza y empuja a la vulva hacia afuera. La sangre se queda atrapada, lo que provoca la erección del clítoris. Con el orgasmo, la sangre se libera al sistema circulatorio en espasmos orgásmicos.

15. El clítoris ha sido descubierto y perdido por siglos. En 1559, el anatomista italiano Realdo Colombo aseguró haber descubierto el clítoris. Siglos después fue redescubierto por Kinsey en los años 50, después por Masters y Johnson en los 60 que reconocieron su importancia en ayudar a las mujeres a tener un orgasmo.

16. Pero no fue hasta 1998 cuando la uróloga australiana Helen O’Connell realizó estudios de imagen por resonancia magnética en voluntarias, que finalmente se vio la anatomía completa del clítoris.

17. La mayoría de los libros de texto, especialmente los publicados antes de 1998 no tienen una representación adecuadas del clítoris, donde solo aparece la parte externa. En realidad el volumen del tejido eréctil es 10 veces mayor del que aparece en los consultorios médicos y los libros.

18. Hace poco menos de cuatro años, los investigadores franceses Dr. Odile Buisson y Dr. Pierre Foldès crearon el primer sonograma completo en 3D del clítoris estimulado.

19. La mayor parte de la pornografía muestra la estimulación del clítoris como mera estimulación previa al coito, en lugar de como la manera más habitual para alcanzar el orgasmo femenino.

20. Contrario a la creencia generalizada, las mujeres no tardan más en tener un orgasmo que un hombre. La mayoría de las mujeres del estudio de Kinsey alcanzaron uno en cuatro minutos con masturbación, un tiempo similar al de los hombres estudiados.

Extraído (con alguna variación) de
http://www.vanguardia.com.mx/veintedatosquenosabiassobreelclitoris-1835514.HTML