martes, 30 de junio de 2009

" EL DESPERTAR DE LA MATERNIDAD UNIVERSAL"


AMMA, pide con insistencia que la mujer no debería avanzar imitando a los hombres sino desarrollando totalmente su maternidad innata.

AMMA, dice que la base de la existencia de la mujer es su amor maternal compasión, paciencia y altruismo, y que nunca debería abandonar, bajo ningún precio, esas cualidades.

AMMA, dice que si la mujer rechaza sus cualidades femeninas, lo único que añade es mayor desequilibrio en el mundo.

AMMA, dice : El poder curativo de la maternidad, es la única vía para que se realice nuestro sueño de paz y armonía para todos..

AMMA, dice : Por el bien de los hijos una madre debe tener paciencia.
No basta con darle al bebé un espacio en su matriz, también debe ofrecerle un espacio en su corazón. La leche materna no solo alimenta el cuerpo del niño también desarrolla su mente, intelecto y corazón. Sólo cuando las madres despierten y se esfuerzen , será posible una nueva era llena de amor, compasión y prosperidad.

AMMA, dice: El amor es una emoción común en todos los seres vivos.
Es el camino que siguen las mujeres para llegar a los hombres, los hombres a las mujeres, ambos a la Naturaleza y la Naturaleza al Universo...

El amor que desborda todo límite es la maternidad universal.

viernes, 26 de junio de 2009

Mujeres

Dedicada a Nuria en la víspera del día de su boda. Es un honor para mi estar cerca de ti.Que la pasión por la vida te inunde para siempre hermana, ¡Felicidades!

Hay mujeres que son la eternidad:
cosecha concreta de la heroica metáfora,
orgullo del ser,
pulcros cuerpos que ocupan pulcras almas,
feminidad en la piel glorificada,

la alegría del infinito en desnudeces suaves,
los ángeles eróticos sin alas.

Hay mujeres que son

evolución y síntesis
y, por tanto, futuro, utopía cumplida y realizada.
Niñas son para el niño.
Tiernas son para el adolescente.
Adultas son para el varón que escucha.
Sabias son para el viejo que aprende.
Benditas son en la muerte que clama.

Estas habitantes de la tierra, nada esconden.
Son transparentes, siendo celulares.
Son luz, aunque vivan en lo oscuro.
Son la historia que se corrige sin recelos,
lo más inocuo del Caer, lo menos turbio.

Y sus ojos, sus ojos
sonríen, desde sí, porque son inocentes
y nada -sino luz- guardan bajo sus párpados.
Y así miran, así conquistan aún más,
se comunican, así descansan
para entregar el séptimo día
en el Shekinah del sexo femenino.

Y sus ojos, sus ojos
todo lo lloran, cuando no lo comprenden,
y aún todo lo sanan cuando es triste y agónico
y lo olvidan y perdonan cuando es infame, envilecente.
Pero no aprende el hombre necio a redimirse
y no sabe llorar cuando ella llora y crece.

lunes, 22 de junio de 2009

Ya soy doula

Este fin de semana terminé mi formación como doula. Bueno, la formación "formal" (y no entendamos formal como reglada) porque entre todo lo que he descubierto es el trabajo inmenso que me queda por hacer. Trabajo de crecimiento personal, trabajo de consciencia, trabajo de amor.

Eso es una doula, mujer llena de amor que acompaña a otra mujer.
Relación de mujeres.
Relaciones matricias.
Relaciones de úteros palpitantes.
La tienda roja.
El descanso con rostro de mujer.

Estoy emocionada, finalmente el amor del círculo impregnó mi corazón.
Me pude abrir.
Me pude dar.
Me expuse a recibir.

Gracias a mis compañeras de viaje , ¡gracias doulas!
Gracias Sayen por tu corazón.

YA SOY DOULA

Mª José

martes, 16 de junio de 2009

Compartir los dolores de parto


A. GELTY, La diosa. Madre de la naturaleza viviente, Madrid, 1996, p. 68.

(Pintura sobre madera huichol, contemporánea, California, Estados Unidos.)”
“El acto de parir, ya se trate de un hijo, una idea o una obra de arte, va siempre acompañado de dolor. Los indios huicholes piensan que la pareja de la mujer debe compartir el dolor y el placer de dar a luz: por eso, mientras ella está de parto, el marido se sienta en las vigas situadas sobre su cabeza con una cuerda atada a los testículos. Cada vez que tiene una contracción, la parturienta tira de la cuerda. Al final, el marido siente tanta alegría por el nacimiento del niño como la mujer ¡O incluso más! Esta costumbre de compartir los dolores del parto, en la que el hombre mantiene una actitud simpática de empollamiento ante la llegada del hijo, está extendida entre muchos nativos.

miércoles, 10 de junio de 2009

Cuando el poder se une a la estupidez

El Sr. Bajo Arenas, presidente de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia), ha puesto una demanda a Flex por su anuncio en el que una mujer pare en el colchón de su casa.

Me indigna, me pone de mala leche, como dicen por aquí. ¡¡¡Cómo es posible tanta, tanta..!!!!

Echadle un vistazo a http://porunpartorespetado.espacioblog.com/post/2009/05/26/reacciones-al-anuncio-flex

Un parto más humano

¿Pudo intervenir en su parto?
"¡Pero si no podías abrir la boca! Aquello era como una cadena de montaje en la que te iban diciendo lo que tenías que hacer y, además, al estilo militar, según las matronas, para que no te descontrolaras. Y, a la mínima que levantabas la voz, ya había alguna que te decía eso de ¡mujer, que por ahí pasamos todas; no seas quejica!". Belén Cid, de 43 años, recuerda "con horror" su primer parto en un hospital público. El segundo fue mejor, "pero no porque hubiera cambiado la cadena de montaje, sino porque yo ya sabía de qué iba la cosa", asegura.

Su experiencia no es en absoluto única. Se ha repetido miles de veces al día durante las últimas décadas. Pese a que el parto es el acto más personal de la mujer, se ha convertido en algo completamente institucionalizado, en que la voz de la protagonista apenas es audible. Para paliar esta situación, el Ministerio de Sanidad acaba de editar un documento destinado a las maternidades de los centros hospitalarios con una batería de recomendaciones dirigidas a reforzar la información y la toma de decisiones de la parturienta. Este texto se enmarca dentro de la Estrategia al Parto Natural de Sanidad, y recomienda, entre muchos puntos, que se permita a la mujer elegir la postura a la hora del parto.
"Siempre dicen que cuando ves al bebé, todo se te olvida... Pues a mí, doce años después del nacimiento de mi hijo, aún no se me ha olvidado el dolor tan inhumano de riñones que sufrí. Estaba tumbada, inmovilizada con cables metidos (monitorizada) y los riñones me estaban matando, mientras la matrona me regañaba por no estarme quieta. ¡pero si no podía!... Al final accedieron a que me pusiera de pie. Y el dolor fue más llevadero", dice Elena Sánchez, de 44 años.
La estrategia de parto natural se plantea como objetivos "incorporar la participación activa de las gestantes en la toma de decisiones informadas, para que las mujeres sean y se sientan protagonistas", así como fomentar "la consideración del parto como un proceso fisiológico a la vez que su reconocimiento como acontecimiento singular y único en la vida de las mujeres". Objetivos que, de puro obvio, revelan que, en España, hace muchos años que parir es de todo menos un proceso natural.
Y para que la mujer recupere ese momento con todas las garantías y seguridad, se propone que se evite la "práctica rutinaria" de actividades que, en ocasiones, resultan desagradables e, incluso, denigrantes, como los enemas o la rasuración del periné. En este caso, se recomienda que si hay que realizar una sutura, se proceda "en ese momento" al afeitado parcial del vello pubiano. En cuanto a la episiotomía (corte en el perineo), se pide que se realice de manera selectiva y que no suturen "los desgarros leves".
Un punto destacado se refiere a la elección de la postura, tanto en el proceso de dilatación, como en la expulsión, siempre y cuando no haya riesgos para la gestante y el bebé. Se insta a permitir a la mujer a deambular mientras está dilatando, así como ingerir líquidos. Y se recomienda a los profesionales que no realicen amniotomía (romper la bolsa amniótica) si no es necesario, ni usen oxitocina si el progreso del parto es el adecuado.
"Todavía no he podido olvidar la cara de la auxiliar mientras me limpiaba el vómito que me sobrevenía cuando me llegaba una contracción. Yo intentaba poner en práctica lo que me habían enseñado en las clase de parto sobre la respiración, pero las contracciones eran tan rápidas que no me daba tiempo… Me habían puesto oxitocina. ¿Por qué?, pregunté. Su respuesta fue que la noche era tranquila y que era mejor adelantar los partos en previsión de que vinieran más parturientas... ¡Y yo que pensaba que parir era algo natural!", explica María López.


De casa al hospital
¿Cuándo la mujer dejó de ser protagonista de algo que le es tan propio como parir? "El día que abandonó su cama donde siempre había dado a luz a sus hijos y se trasladó al hospital. Allí, los profesionales sanitarios le arrebataron su papel, convencidos de que ese espacio es exclusivamente de ellos, un espacio jerarquizado, con sus propias leyes. Ese día, allá por los años cincuenta y sesenta, el parto dejó de ser natural". Quien así habla es la comadrona Nuria Torras, quien cree, sin embargo, que las parturientas volverán a recuperar el protagonismo que les corresponde "en breve". "Las mujeres exigirán su derecho a dirigir su parto, derecho contemplado por la Organización Mundial de la Salud. Es una cuestión de tiempo", asegura.

La Vanguardia. 9 de junio de 2009

martes, 9 de junio de 2009

En lugar de tribu sólo hay un padre

Gracias Giul por tu envío.
Qué verdad más grande la de este texto ¡cuántas veces arremetemos contra los padres, exigimos y exigimos sin quedar nunca satisfechas. Ellos son inocentes, tanto como lo somos nosotras.
Alguién lo dice por ahí : hace falta una aldea para criar un niño.
En lugar de tribu hay sólo un padre

Todas las madres con niños pequeños necesitamos sostén, acompañamiento, solidaridad, comprensión y resguardo de otros miembros de nuestra tribu.
Pero claro, en el mundo occidental -especialmente en las grandes ciudades- nos hemos quedado sin tribu. Emprendemos la búsqueda solicitando apoyo y lo que encontramos más cerca es al señor que duerme en nuestra cama, que en la mayoría de los casos ha sido nombrado padre oficial del niño. Llamativamente suponemos entonces que toda la compañía, el cobijo, la ayuda, la disponibilidad y la empatía que una tribu entera nos hubiera prodigado, ahora debería provenir de una sola persona: el padre del niño. Tomemos en cuenta que una cosa es la inmensa necesidad de ser amparadas frente a la desesperación, la locura y las vivencias confusas que estamos experimentando desde el nacimiento de nuestros hijos, y otra es lo que un solo individuo puede ofrecer, reemplazando los roles de muchos.
Cuando no vislumbramos nuestra realidad en forma global, creemos que las cosas se solucionarían si el varón regresara más temprano a casa, si cambiara los pañales de vez en cuando o si ganara más dinero.
Es tiempo de admitir que somos sólo dos personas -nada más que dos- y que tanto las madres como los padres estamos demasiado solos en la compleja tarea de acunar a nuestros hijos.
Si la realidad es tan desventajosa, compartamos lo que nos pasa, conversemos y decidamos juntos a quiénes pedir ayuda. Inventemos una red amorosa donde haya un lugar destacado para los niños. Ofrezcamos una sonrisa, un libro, un dato valioso a otras madres. Abramos nuestras casas, cocinemos algo delicioso, invitemos a otros adultos con niños a visitarnos. Si participamos en la construcción de una tribu moderna, dejaremos de culpar a nuestra pareja. Y aparecerá la virilidad que estábamos reclamando.

Laura Gutman

jueves, 4 de junio de 2009

Modernísimo y efectivo método educativo

Álvaro ha aparecido este medio día con su diaria retahíla de interminables deberes y además cargado con cuatro negativos y como podeis ver con esta atractiva tarea educativa que yo no veía desde hacía ya mucho.
Y es que poner negativos y repetir este tipo de afirmaciones 50 veces a toda la clase debe provocar un cualitativo cambio de actitud en estos niños de 9 años.
Seguramente mañana ya no gritarán en clase ni correrán por los pasillos.
Sólo quería plasmar lo que todavía sigue pasando en las aulas, además de mi tristeza e impotencia.

PD. Por cierto, teníais que conocer a Álvaro para ver si lo que necesita es aprender a comportarse o fogar toda la represión de expresión que arrastra desde su nacimiento.

Recomendaciones de la OMS para el parto

Vacaciones

José María García Linares

Es alentador comprobar, para un docente, el altísimo grado de implicación que la sociedad y el Estado españoles están demostrando en las últimas semanas en materia de educación. Qué orgullo al abrir los periódicos y encontrar todo el debate reducido a la lucha Religión/Educación para la Ciudanía, o lo que es lo mismo, como siempre en estas tierras, Partido Popular/Partido Socialista (o estás con nosotros o estás contra nosotros), o encontrarlo también centrado en el largo periodo vacacional de los profesores y los alumnos. Sí señor. Cuestiones de primer orden. Eso es lanzarse a la piscina, nunca mejor dicho, y empaparse hasta las cejas.
Qué rabia me daba de pequeño ir al colegio. No era yo como estos niños postmodernos de hoy en día que se aburren en sus casas y están locos por ver a sus amiguitos en el recreo. No. Yo, en caso de verlos, prefería hacerlo en el parque, en el Club o en la playa. Al aire libre, en grandes espacios, corriendo, saltando y sin muros ni verjas ni señores mayores que te contaban lo mismo que podías leer en esos libros, salvo contadas excepciones que lograban captar tu atención y llevarte de aquí para allá en un viaje fascinante. Cuando llegaba el mes de junio, ya tenía esa cosilla en mi estómago cada vez que veía el cielo azul o sentía esa luz melillense tostadita en el cogote al pasear por la Avenida. Olía a verano, a paz, a felicidad. En los escaparates, esos cuadernillos espantosos de Santillana para repasar y divertirse (por Dios) en julio y agosto. A mis hermanas y a mí no nos hacían falta, que ya estaban nuestro padres poniéndonos todos los días cuentas y copias, para que no se nos secara, a pesar de los chapuzones, la mollera.
El pasado día cinco de febrero el diario El País publicaba un artículo titulado Demasiadas vacaciones en donde se criticaba no sólo las de los profesores, sino también el poco número de días lectivos de los estudiantes. Algunos proponían ahí alargar el final del curso, otros adelantar su comienzo y, como telón de fondo, el problema que tienen los padres actualmente para conciliar su vida laboral con la familia, al parecer responsabilidad de los centros y no de sus empresas, esto es, qué diantres hago con la niña-molestia cuando le den las vacaciones. ¿A dónde la mando? Y leía estas argumentaciones mientras hacía la cola en el Ayuntamiento para recoger un certificado. De cuatro mostradores, sólo funcionaba uno. Hay que ver lo que tardan en servir los desayunos en las cafeterías.
Las vacaciones de nuestros jóvenes son distintas a la de los chicos y chicas de otros países, algo evidente porque aquí no se puede tener a treinta estudiantes metidos en un aula sin cortinas y sin aire acondicionado a finales de junio. El calor es insoportable.

Comparar esta situación con la finlandesa o la sueca es poco provechoso. Pero es que a principios de septiembre la temperatura, al menos en el sur de España, es igual, agobiante. Los que piden adelantar el comienzo al día uno del mismo mes olvidan también que en esas fechas están los exámenes de recuperación y que las plantillas de profesionales están incompletas. Lo que escuece de todo este asunto es que el debate haya saltado nuevamente a los medios por motivos que nada tienen que ver con la enseñanza.

Las familias quieren tener los centros más tiempo abierto para tener allí aparcaditos y cuidaditos a sus criaturas (que, curiosamente, son suyas. Algunos lo olvidan). Y digo aparcados porque da igual que aprendan más o menos (casi nadie trae la tarea hecha), que no haya ordenadores, que haya saturación, que las ratios sean elevadísimas, que falten recursos de todo tipo. Lo que importa, lamentablemente, es que estén allí vigilados porque así no estarán fuera, solos, de ahí la propuesta de varias CCAA de tener los colegios e institutos abiertos por las tardes, o casi de madrugada. La docencia tiene una función fundamental y valiosísima, si se deja ejercerla: la de enseñar. Todo lo que se salga de ese marco no es tarea de los docentes.
Tal y como se están poniendo las cosas, un alumno puede llegar a su colegio a las siete de la mañana, en régimen de acogida temprana, recibir sus seis horas de clase, comer a las dos y media y realizar las actividades extraescolares hasta las seis de la tarde, supuestamente controlados por personal distinto al de los profesores, nos dicen los expertos.

Esto huele a podrido. Todos estos pedagogos, presidentes de no sé qué, coordinadores de no sé cuánto que, o están liberados o no han dado clase en su vida, ¿no tienen nada que decir sobre el hecho de tener a un chico encerrado diariamente casi doce horas en un centro? La solución a los problemas sociales no la tiene en exclusividad la escuela.

¿El Estado no va a hacer nada para que los empresarios flexibilicen los horarios y turnos de sus trabajadores, para que puedan disfrutar de sus hijos?

Ya está bien de echar sobre la enseñanza todas las responsabilidades sociales.

A este paso, en cinco años, estaremos presentes en los partos para registrar la llegada de un nuevo alumno y evitar el fracaso neonato y el absentismo en las incubadoras.

“Dentro de cada mujer hay una vida secreta, una fuerza apasionada y llena de buenos instintos y sabiduría.Los esfuerzos por adaptarnos al patriarcado han ahogado nuestra voz interior y es el momento de recuperarla.El mundo necesita de mujeres apasionadas y decididas a aceptarse en todo su esplendor femenino”
Carmen Dalaka

martes, 2 de junio de 2009


7 de Junio de 2009
10º Día Mundial de los Derechos del Nacimiento


La nueva cultura del nacimiento
Diferentes estudios científicos lo demuestran
Nacer en casa es una opción segura

Nacer en casa es menos estresante y más acogedor para el bebé y su madre, y es tan seguro como nacer en un centro hospitalario.
Las investigaciones hechas hasta ahora así lo demuestran. Los/as profesionales que atienden nacimientos en casa están igual de preparados y tienen una gran experiencia y más confianza en el desarrollo del proceso fisiológico.
La necesidad de intimidad y recogimiento imprescindibles para la mujer que está dando a luz, queda anulada en los centros sanitarios.
El argumento que durante años se ha utilizado sobre la seguridad del hospital y el peligro que se corre al dar a luz en casa no es real y en los últimos tiempos está quedando patente con los estudios realizados.

La necesidad de intimidad y recogimiento imprescindibles para la mujer que está dando a luz, queda anulada en los centros sanitarios.
El argumento que durante años se ha utilizado sobre la seguridad del hospital y el peligro que se corre al dar a luz en casa no es real y en los últimos tiempos está quedando patente con los estudios realizados.

Plataforma pro Derechos del Nacimiento
Santapau nº 59 pº 1º 08016 Barcelona
Telf.93-340-70-43
web: http://www.pangea.org/pdn Email pdn@pangea.org
Nueva Web: http://www.pangea.org/elimpactodenacer/