jueves, 27 de enero de 2011

You raise me up





Tú Me Levantas

Cuando estoy deprimido, ay! y mi alma, tan cansada;
Cuando los problemas vienen y mi corazón está agobiado;
Entonces, me quedo quieto y espero aquí en silencio,
Hasta que llegas y te sientas un rato conmigo.

Tú me levantas, para que pueda pararme sobre las montañas;
Tú me levantas, para caminar sobre los mares tormentosos;
Soy fuerte, cuando estoy sobre tus hombros;
Tú me levantas…A más de lo que yo puedo estar.

Tú me levantas, para que pueda pararme sobre las montañas;
Tú me levantas, para caminar sobre los mares tormentosos;
Soy fuerte, cuando estoy sobre tus hombros;
Tú me levantas…A más de lo que yo puedo estar.

No hay ninguna vida – no hay ninguna vida sin su hambre;
Cada inquieto corazón late tan imperfectamente;
Pero cuando llegas y me llenas de maravilla,
A veces, creo vislumbrar la eternidad.

Tú me levantas, para que pueda pararme sobre las montañas;
Tú me levantas, para caminar sobre los mares tormentosos;
Soy fuerte, cuando estoy sobre tus hombros;
Tú me levantas…A más de lo que yo puedo estar.

Tú me levantas, para que pueda pararme sobre las montañas;
Tú me levantas, para caminar sobre los mares tormentosos;
Soy fuerte, cuando estoy sobre tus hombros;
Tú me levantas…A más de lo que yo puedo estar.

Tú me levantas…A más de lo que yo puedo estar.

miércoles, 26 de enero de 2011

Las madres que nos dan la vida

Las mujeres merecen un respeto solo por el hecho de que nos conciben, traen a la vida, amamantan, miman y vigilan hasta que nos podemos valer por nosotros mismos. Las madres no son solo esas figuras generadoras de traumas, y limitadoras de nuestra libertad, por mucho que nuestras madres hayan tenido que lidiar con ello en un sistema que se hace cargo de decirle, a través de un medico, cómo se debe parir, (tumbada boca arriba, rajada, enchufada a un gotero,….en demasiadas ocasiones) y después cómo debe criar a su hijo. Es incomodo enfrentar esto, pero ¿a cuantas mujeres conoces que hayan tenido un parto natural exento de violencia? ¿A cuantas conoces que les hayan dado a sus hijos una educación individualizada y no sistematizada para todos?

Cuando la mujer se pone al servicio de la Ciencia y no la Ciencia al servicio de la mujer, de desconfía tácitamente del instinto femenino ancestral de traer vida al mundo y saber cómo hacerse cargo de ella. Una mujer sabe hacer eso, su cuerpo lo sabe.....

Esto es difícil de explicar, pero la base de la que nace es la Confianza. La mujer debe aprender a confiar en sí misma y los demás también deben confiar en la sabiduría de su útero, caderas, pechos y piernas.

Su útero gesta vida solo, sin intervención de ella misma, y por supuesto sin intervención de ningún médico. Sus caderas se ensanchan para dejar salir la nueva criatura, su vagina se estira milagrosamente para que el cuerpo de su hijo se abra paso, sus pechos comienzan a llenarse del alimento con el que podrá sustentarlo (sin que necesite nada más) durante meses, sus piernas soportarán la carga.

La mujer que da a luz muere a la antigua mujer, ya nunca será la misma. Es el mayor proceso inicíático y transformador. Y si todo va bien, se le brinda la oportunidad de sentir el más inmenso amor que sentirá jamás….La muerte del ego y la propia necesidad para volcarse en lo otro.

Las antiguas culturas que honraban los valores femeninos, consideraban sagrado el momento del embarazo, parto y puerperio. Creo que no hay nada más espiritual que llevar un hijo en vientre y parirlo respetando el proceso natural. Desgraciadamente muy pocas mujeres tienen la oportunidad de hacerlo así y si lo hacen parecerán unas proscritas (al menos en el país en el que vivo). Con paciencia y seguridad en sí mismas, tendrán que dar explicaciones muchas veces de por qué toman esa decisión.

Pero existe tanta desinformación de este proceso que muchas ni siquiera saben que existe esa posibilidad, y otras dirán aterrorizadas, “con los avances de hoy en día, ¡que locura! ¡A mi que me pongan la epidural!”
Existen casos en los que será necesario y de agradecer hacer uso de esta inyección, pero seria conveniente cuestionar su uso protocolario e informar sobre sus consecuencias. Pareciera que todo está diseñado para adormecer a la mujer salvaje. A mi lo que me parece aterrador es tumbar a una mujer boca arriba, tratarla como una enferma, practicarle la episiotomía sistemáticamente y todo ello en ese ambiente metálico y fosforescente. Parir tiene muy mala prensa, y la condena de Yahvé dios sigue estando vigente. El sistema se encarga de ejecutarla.

La mayoría de las estatuillas más antiguas lucían su vientre hinchado y sus pechos llenos de leche, acentuando el carácter acogedor amoroso y colmador de la madre tierra, que les acogía en sus úteros cuevas y les ofrecía el sustento necesario.

Si algo diferencia a la antigua cultura matrística de la diosa con la actual es que en aquella todo giraba en torno a los valores de la madre (el arte encontrado así lo atestigua) y en esta todo gira en torno a los valores patriarcales. Si otra cosa destacable hay es que aquella no conoció la guerra y esta la ha conocido demasiado......otro mundo es posible, fue posible y el camino hacia el despertar de lo femenino contribuye a crear una nueva realidad más nutriente amorosa y colaboradora. En Ella nos inspiramos.

Sofía Gutierrez

lunes, 17 de enero de 2011

Ya tenemos 2 añitos

Pues si, hace dos años que comencé este viaje con el afán de compartir con no sabía quien todas mis inquietudes, mis miedos y mis ilusiones... relacionadas primero con la maternidad y como si una cosa llevara a la otra entré en el mundo tan rico de la mujer, la diosa, la menstruación, el matriarcado... y con este proceso me encontré con vosotras, personas blogueras que me acompañan cada día. Y no es un decir, he sentido la manada junto a vosotras, me he sentido arropada, comprendida, escuchada, respetada ¡guaaaaauuuu!
No conocía el mundo de los blog y estoy contenta del descubrimiento.
Gracias a todxs por estar tan cerca.

miércoles, 12 de enero de 2011

martes, 11 de enero de 2011

Sangre sagrada

En ocasiones la echo de menos, esos días rojos de tanto poder, de mirarse dentro, de sentir el rojo deslizandose por la húmeda vagina. Ahora estoy bastante sequita.

Mis plantas también la echan de menos :P

martes, 4 de enero de 2011

Comenzamos el año con varicela

Pues si, mi retoño de cuatro añitos la ha cogido y muy bien cogida. Está llenito de vesículas y costras y heridas porque el pobre no deja de rascarse, no puede es superior a él mismo y le supera.
No me estraña.
Sólo quiere estar abrazado a mi y me repite desesperado ¡mamá cúrame, cúrame!
Si es cierto que pompita que se explote y costra que se arranque se quedará la marca para siempre estamos perdidos, no se deja una intacta.
Yo estoy ya de siete meses y mi mami dice que si que pasé la varicela, así que espero que me pase de largo, sobre todo por el embarazo, sin embargo tengo picores por todo el cuerpo que supongo serán psicológicos.
La que supongo no se librará y quizás sea mejor que no lo haga será la pequeña.

Os dejo aquí lo que dice uno de mis doctores preferidos, Meldensohn, sobre la varicela.

"Esta es mi enfermedad infantil favorita porque es relativamente inocua.
La varicela es una infección virósica comunicable, muy común en niños. Generalmente los primeros signos son una fiebre benigna, dolor de cabeza y espalda y pérdida de apetito.
Luego de un día o dos, aparecen unos puntos rojos que pocas horas después se agrandan, convirtiéndose en ampollas. Al final se forma una costra que se cae, usualmente dentro de una semana o dos. Este proceso se acompaña de una fuerte picazón, y en ese momento el niño no debe rascarse. Puede aplicarsele loción de calamina o darle baños con almidón de maiz para aliviar la picazón.
No es necesario solicitar tratamiento médico. El paciente debe descansar y beber muchos fluidos para prevenir la deshidratación producida por la fiebre.
El periodo de incubación de la varicela es de dos a tres semanas, y es contagiosa durante unas dos semanas, comenzando dos días después de aparecer los puntos rojos."

Por otro lado y complementando lo anterior, los homeópatas tienden a concebir las enfermedades infecciosas infantiles -sarampión, paperas y varicela- de forma diferente a como lo hace la medicina alopática. La mayoría de los homeópatas coinciden en señalar que las enfermedades infecciosas rara vez constituyen un peligro para un niño sano, y que padecerlas es un hecho casi natural. A través del proceso de desarrollo y posterior vencimiento de la enfermedad, el niño se libera de toxinas (venenos) heredadas y adquiridas, además de que estimula notablemente el sistema inmunitario.


¿Pueden los niños hacer frente a las enfermedades infecciosas?

Generalmente, en condiciones normales de familia, alimentación y estado de salud, el organismo infantil está preparado para, en compañía de su núcleo familiar, afrontar la inestabilidad de los microbios. La práctica de la lactancia materna, la ventilación e insolación correctas, la afectividad y la no utilización indiscriminada de fármacos supresores pueden ayudar al buen desarrollo del organismo.