lunes, 4 de enero de 2010

Mamografías sistemáticas ¿marketing del cáncer?

Aquí os dejo estos planteamientos que me parecen serios y muy interesantes http://www.migueljara.com/

Hace unos meses una lectora del blog me escribió porque había leído en el Diario Vasco que el Partido Popular (PP), con el apoyo del PSOE, había exigido y conseguido que las mamografías en Euskadi se realicen a partir de los 45 años.
Hay dudas sobre la eficacia de las mamografías en las mujeres premenopáusicas y sobre su balance beneficio-riesgos, me advertía. Lo que no hay duda es que se trata una vez más de un pingüe negocio, añadía. Quería que tratara el asunto. Básicamente, la controversia reside en la falta de estudios bien hechos que avalen la eficacia de las mamografías; el aumento de falsos positivos en las mamografías a premenopáusicas que, además del susto impresionante que se llevan, se ven obligadas a la realización de una dolorosa biopsia; la detección de cánceres que jamás evolucionarían pero que sí acarrean terapias muy agresivas, como la quimioterapia (el remedio puede ser peor que la enfermedad), la mastectomía, “una verdadera mutilación que afecta directamente a la feminidad y pone en serio peligro la autoestima” -comentaba mi interlocutora-; y la acumulación innecesaria de radiaciones ionizantes. Se habla incluso de que las mamografías podrían estar “mitificadas”.
No es poco riesgo el que se toma con este método de “detección precoz” o “prevención” del cáncer de mama.
Me llega hoy un artículo publicado en el blog de la escritora y activista social Barbara Ehrenreich que va muy en la línea de mi “corresponsal” vasca. Reproducido en castellano por sinpermiso.info, en él su autora escribe que los intentos de conseguir una “detección precoz” del cáncer de mama a base de mamografías “nada tiene que ver con los costes de la atención médica. Si alguien me demostrase que manteniendo los actuales niveles de práctica de mamografías estaríamos salvando vidas, daría todo mi apoyo a esta lucha… y no me importaría lo que costase. Pero los números son tozudos: realizar mamografías rutinarias a mujeres menores de 50 años no reduce la mortalidad por cáncer de mama en este grupo. Tampoco las mujeres de más edad necesitan obligatoriamente una mamografía anual. De hecho, todo el dogma acerca de la “detección temprana” está en cuestión“.
Ehrenreich narra a continuación su experiencia personal con el cáncer de mama y las mamografías y con la Terapia Hormonal Sustitutoria (THS). Aconsejo leer los cuatro párrafos que dedica a ello porque ella plantea la siguiente conclusión:
Las mamografías reclutan a mujeres para la quimioterapia igual que los lazos rosas reclutan mujeres para que se realicen mamografías.
Lo que necesitamos es un nuevo movimiento por la salud de la mujer. Uno que sea fuerte y suficientemente escéptico para hacer todas las preguntas difíciles: ¿Cuáles son las causas medio ambientales y de estilo de vida que están produciendo la actual epidemia de cáncer de mama? ¿Por qué los tratamientos existentes, como la quimioterapia, son tan extraordinariamente tóxicos? Y, si el relato histórico de la progresión del cáncer en diversas etapas no puede ya sostenerse en base a evidencias científicas… ¿Cuál es el curso real de esta enfermedad (o enfermedades)?
Sin conocer a fondo cómo funciona el cribado a través de mamografías no pueden tomarse decisiones informadas y es mucho más difícil y poco interesante desde el punto de vista comercial promover la información de calidad que vender el cribado y los tratamientos posteriores. Por ello me parece de especial importancia leer las diez cosas que las mujeres han de conocer antes de someterse a las mamografías, publicado por la revista Mujeres y Salud.

Más info: En el libro Traficantes de salud. Cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad hay información sobre las campañas que, como la de “detección precoz” de la osteoporosis mediante densitometrías, financian y fomentan los laboratorios farmacéuticos para abrir nuevos mercados en personas sanas. Este asunto también se trata con profusión en La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo (Península, 2009).--

2 comentarios:

  1. Querida Dara, qué magnífico artículo! La información que das acerca de las mamografías me parece interesantísima. ¿otra forma más de mercadear con el cuerpo femenino?
    Te he citado en el último artículo de mi blog donde recomiendo un artículo que he adquirido hace pocos días.

    Un abrazo cariñoso,

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  2. Así es Cueta, parece que el cuerpo femenino junto con la crianza de nuestros hijos se ha convertido en un buen negocio.
    A veces se me ponen los pelos de punta de imaginar todo lo que se nos oculta.... pero ahí estamos, cada vez menos crédulas, más despiertas y más conscientes de que realmente necesitamos.
    Un besazo, voy ahora mismo a mirar tu lindo blog.

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