Os dejo un trocito precioso de esta entrevista.
"YO CREO EN EL PARTO"
Para Cristina no hay fuerza más poderosa a la cual apelar que la femenina. Es esa certeza lo que la hace fuerte desde que recibe la llamada de una mujer con dolor de parto. "Quiero que ella tenga lo que necesita para parir y que su familia sea paciente. Me ha tocado que los familiares son un gran obstáculo y no le han permitido su tiempo a la mujer”.
“Espero que ella lo disfrute y vaya más allá de las contracciones y pueda entender que las contracciones son la fuerza que ella tiene. Espero que ella duerma, escuche su cuerpo y le dé permiso a su bebé para venir. Yo creo en el parto, creo que todas las mujeres pueden parir y todos los bebés pueden nacer si creamos el espacio propicio y la acompañamos y resolvemos sus miedos. Las cosas salen mal cuando la mujer no está preparada".
Así como ha tenido experiencias hermosas, ha pasado por momentos difíciles: "Claro que he visto cosas feas, pero estoy lista para manejarlas y si sobrepasan mi capacidad sé que hay hospitales que me pueden ayudar y no tengo miedo en pedir ayuda".
CRIS, ABUELA DE MUCHAS Y MUCHOS
"Abuela" de muchas niñas y niños, Cristina asegura que le da mucha alegría ver cada vez más mujeres como protagonistas de su parto que estén informadas y no opten por intervenciones quirúrgicas." Estoy experimentando un cambio social que lo están haciendo las mujeres. Una mujer que pare en casa con amor es muy difícil que tenga una relación violenta con su pareja. Es una decisión por la paz".
La joven partera –apenas rebasa las tres décadas de edad- cuenta que no hay partos largos ni cortos, "los partos duran lo que tienen que durar". Con tanta responsabilidad a cuestas, Cristina dice que en realidad "su responsabilidad es que la mujer entienda que es su responsabilidad, que es su parto".
No se considera terapeuta. Más bien, apunta, "tengo la habilidad de hacer preguntas difíciles con sutilidad, porque las mujeres se tienen que enfrentar a muchas emociones durante su embarazo. Las mujeres tenemos que hablar. No podemos parir solas".
Tanto compromiso y pasión por su oficio, tanta luz derramada, le ha sido recompensado con creces. "Recibo mucho más de lo que doy porque al estar en un parto la mamá me está invitando a participar el momento íntimo de su vida. Y las mamás me cuentan sus secretos y me piden que se los guarde".
Al ver y atender decenas de partos, la pregunta obligada es si se le ha antojado a ella experimentar su propio parto, a lo que responde con una amplia sonrisa: “Claro. No creo que sea un embarazo planeado como la mayoría, pero sí me da mucha emoción parir. Sobre todo porque mi compañero es un experto en partos, ha estado muchos años acompañándome y escuchando historias de partos y me ilusiona parir con él para ver cómo reacciona al fin en un parto después de escuchar tanto. Pero llegará cuando tenga que llegar, no tengo prisa".
Hermosisisimo
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