Quizás sea que es mi segundo día de regla, dicen el de más poder, quizás sea que he dejado que abusen de mi, si, por mi sentimiento de culpa, por mi exigencia de querer estar siempre disponible… cuanto más doy más piden, todos, todos, todos… y esto ya es una lucha, estoy muy cansada y no doy con amor.
Si, será eso, que no me nutro de la fuente y que busco que otros me completen, me comprendan o incluso me liberen de esta forma de esclavitud que me he creado.
Y es que esta forma de estar disponible para todos, para todos los niños , porque para él ya no estoy disponible hace un tiempo, ni de mente ni de cuerpo, pues esta forma me está consumiendo. No es una metáfora, en estos días espesos me doy cuenta de que me he perdido a mí misma, no me encuentro, no sé quién soy, salvo cuerpo permanente durante 24 horas para cinco hijos a los que quiero y los que me quieren (para que no haya dudas)… 24 horas durante 365 días y tampoco es un decir. No van al cole, duermen conmigo, soy esclava de la teta, si esclava, porque en estos días me siento así. Nadie puede suplirme porque la teta es insustituible para el consuelo, para pillar el sueño, para las necesidades de este pequeño de 11 meses. Ni siquiera su padre me puede sustituir y estoy muy cansada. Y solo me dedico a ecualizar gritos, juegos ruidosos, peleas, castigos, yo fuera de mi y con los nervios a flor de piel… ellos no se merecen mi trato, desde luego que no, pero yo tampoco me merezco esa sensación de rozar la locura sin una mirada de comprensión, sin un gesto de hoy no hago otra cosa que estar aquí disponible también.
Con esta sensación de apatía no llego a nadie, ni siquiera a mí misma. Y creo que este momento debe ser un punto de inflexión, hoy ha cambiado algo en mi, hoy ya no voy a aceptar más abusos hacia mi persona, solo voy a dar lo que esté dispuesta a dar con paz, voy a dejar de exigirme y voy a evitar así que él también me exija, que los demás también me exijan… voy a ser mala y egoísta, voy a empezar a protegerme. Porque no estoy preparada para seguir haciendo lo que llevo haciendo 11 años sin perderme, porque ya no quiero dar más de mi desde donde lo estoy dando, porque no quiero ser invisible ni a mi misma ni a los demás, porque mis hijos van a tener que sanar las carencias de su madre si o si. Porque estoy enferma y no tengo espacio ni lugar para cuidarme.
Y aunque no hubiese un puñetero porque, simplemente porque hoy así lo decido, decido no estar tan disponible y hacer así que otros puedan ocupar mi lugar. Y decido también no sentirme culpable por lo que sienta o por lo que tenga que oir y perdonarme si lo siento. Porque él sale, él sale a trabajar, a comprar, a negociar… y vuelve cansado ¡claro! Yo también lo estoy pero hasta hoy no he visto el momento de poder retirarme a descansar en ningún momento, ni siquiera a la noche, porque me da miedo meterme en la cama para ofrecer mi cuerpo las ocho horas de sueño a un pequeño que encuentra su cobijo en mis brazos y en mi pecho y que no sabe ni entiende de casancios extremados de madre triste.
Porque son 11 años de entrega y hoy tiro la toalla de esta esclavitud que yo misma me he creado dejando que los demás piensen que esto es lo normal y lo que tiene que ser.
No señor, así no es como tiene que ser. Lo que tiene que ser es que yo me sienta feliz y así no lo soy.
Quizás el comienzo del cole para mis cachorros está más cerca de lo que parezca, quizás el destete de mi último hijo no sea algo tan descabellado y si quien se supone me acompaña en esta andadura de vida no lo entiende, no lo comprende y cree que soy mala y egoísta, le confirmaré que realmente lo soy, MUY MUY MALA, y que se quede él dentro de casa y acune a los suyos.
Y no digo que para mi sea fácil salir, se me hace un mundo enfrentarme a lo de ahí fuera, porque ya no sé quien soy ni lo que puedo dar o esperar en el mundo exterior, ni siquiera me apetece, lo único que quiero es estar sola, en silencio, durante laaaaargo rato, sin ninguna intromisión, necesito encontrar lo que he perdido porque me parece demasiado valioso para mi y para los mios.
Caramba, cielo, te he leído conteniendo la respiración. Y te comprendo, claro que sí. Y me pongo en tu piel, porque hace algunos años y con tres hijos (dos menos que tú) pedí al cielo, en la otra vida no ser madre...
ResponderEliminarPero aquello pasó y aquí estamos. Felices y amorosos.
Tómate un descanso, pon tú las normas, re-encuéntrate... Además de madre eres mujer y persona. Y desde mi experiencia te puedo decir que, hagamos lo que hagamos... siempre quedan flecos. Y si cuando sean adultos algo les ha dolido, medios y lugares hay para sanar las heridas, como quizás tú misma hayas hecho...
Puedes llorar sobre mi hombro, si te apetece.
Bendiciones.
Dara querida... te he leído con dolor y pena... pero también con orgullo, porque sabes lo que necesitas, y aunque no sea fácil, estás buscando el camino. Espero que el agotamiento se supere pronto, y espero que te reencuentres felizmente, y que los tuyos comprendan que tiene que ser así, porque tú lo necesitas, porque ellos lo necesitan.
ResponderEliminarUn abrazo desde lo más profundo de mi ser. Te mando mucho Amor.
No eres mala, eres una madre entregada y cansada...como muchas...te siento cerca aun si conocerte, Somos Una!!!
ResponderEliminarMe llegó vuestro ánimo, me llegó vuestro latir de corazón de mujeres.
ResponderEliminarGracias Concha, gracias Carol, gracias Sole.
He mirado dentro, muy dentro y también he hecho pequeños cambios, muy pequeños... y estoy mejor.
Qué bueno que estás mejor ! te entiendo perfectamente, yo solo tengo una hija de 2 años pero siento que tengo 5... no me salió leche materna y eso ha sido una enorme carga emocional... yo también ya no se quien soy, también estoy perdida, tengo una hija y me siento inmensamente sola... gracias por escribir, ahora sé que no soy la única con éste sentimiento... luz para ti y todas las madres agotadas del mundo !
ResponderEliminarGracias anónimo por pasar por aquí y compartirte desde el corazón. No somos las únicas no y también nos llegará la Luz, no me cabe la menor duda. Acompañemonos de otras madres en el camino.
ResponderEliminarUn beso grande