No sé que pensar pero a mi esta luna me ha llevado a las profundidades y ha puesto el foco allí donde a una no le gusta mirar, allí en su oscuridad más oscura.
Pero la sangre y la luna también me han dado el valor, el coraje para mirar y aceptar, aceptar que también soy envidiosa, envidiosa del éxito de mis amigas, envidiosa de sus logros... cuando envidiamos nos estamos diciendo a nosotras misma que eso nunca será nuestro, que nosotras no seremos capaces, que no nos lo merecemos... es una vibración muy limitante hacia una misma.
Hoy tirada en el sofá, llorando, he podido por fin abrazar esta densa vibración y he pedido a la diosa que habito poder alquimizarla y transmutarla para que puedan entrar en mi vibraciones más altas de respeto y amor hacia mi misma y mis hermanas.
Aquí os dejo mi oración...
lo siento, perdóname, gracias, te amo
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