viernes, 5 de agosto de 2011

Hoy una corta confesión

Afortunadas las madres que encuentran su estilo de crianza con el primer hijo porque lo mío es de carcelero, siempre cuestionandome, siempre viendo cuando metes la pata una y otra vez, con el primero, con el segundo , con el... quinto, pocas veces, muy pocas me acuesto diciendo hoy si, hoy todo ha fluido y lo he hecho decentemente con ellos, al menos decentemente, ains, pocas pocas... demasiados gritos, demasiadas regañinas, demasiadas coarciones, demasiados chantajes ¿demasiados límites?

11 comentarios:

  1. Los limites son necesarios para educar en seguridad. Lo complicado es encontrar la medida justa: que no falten, que no sean demasiados... Dificl tarea la nuestra!

    Quiero invitarte a visitar mi nuevo espacio. Me guataria verte por alli :)
    www.artesanadelavida.com/blog

    Gracias! un abrazo

    Carina

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  2. Venga, Dara, ánimo :) ¿estás bien? Cinco niños son muchos niños. Ni para bien ni para mal, sólo muchos. La paciencia es finita.

    Supongo que lo que tú sientes nos pasa a la mayoría de las madres, incluso las que estamos despertando en la conciencia. Traemos cada una nuestro bagaje, nuestro pasado, nuestra propia educación, nuestras limitaciones... pero estoy segura de que también tenemos en común el darnos cuenta de todo ello, intentar ponerle arreglo y hacerlo mejor a cada tropezón en el camino.

    Un abrazo, mami.

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  3. bella, que palabras las tuyas...tan sinceras, tan de verdad, tan mias tambien. no con cierta desazón lo leo pues mucho de lo que se refleja en ellas es tambien parte de mi imagen. mucho de contento, pues como decia mi abuela de seguro lo que a ti te pasa le pasa a alguien más,no estoy -no estas- sola. menos cuando un saltito en nuestra conciencia nos muestra aquello que sabemos no esta bien, romper patrones cuesta, romper habitos hay que cuesta! reconocerlos en nosotras no implica -necesariamente- que el defecto detectado lo cambiemos rapidamente, por experiencia propia lo digo llevo harto tiempo desde el primero de mis hijos -tengo cuatro- intentando con más o menos exito hacerlo de la forma más conciente y muchos dias al final del dia mucho de las sensaciones y pensamientos que describes. mis hij@s son unos soles, y la maternidad a sido un camino de crecimiento personal...y tambien mucho de lo que veo en ellos me duele, por que es justo aquello que no queria ver. te animo a continuar...con un poco más de relajo, con la misma o mayor conciencia, con el mismo amor, y más paciencia hacia ti misma -pues es lo mismo a lo que me animo yo, a fin de cuentas_
    Te abrazo desde acá esperando que tengas mejores dias, como sé que tambien los tienes.
    (((Mar)))

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  4. Qué bellas mamis... vuestras parabras me recomponen y me animan a seguir este camino de crecimiento que no acaba, alhandullila que no acaba. Me alegra y me alivia poder compartir esto con vosotras.

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  5. Quien este libre de gritos que tire la primera papilla...
    Cielo, que nos pasa a todas, pero yo creo que sí que hay un cambio (más o menos profundo) de actitud y de estilo con respecto a lo recibido. Y además, los niños no solo maman de nosotras, están sus padres, compañeros de clase, profesores, abuelos, familiares... Me parece que a nuestra generación nos toca poner conciencia, llevar el foco, y quizá, a la que venga detrás, educar desde el amor y el respeto que nosotras intuimos, pero no hemos vivido. Cuando mi madre leyó el libro de La Nueva Maternidad me dijo que le había venido bien, por si acaso se reencarnaba de nuevo en madre. Será a sí, poco a poco. Nuestra generación abre la brecha con lo anterior y las siguientes generaciones tomarán el testigo.
    Un abrazo hermosa.

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  6. Nuestros hijos son nuestros grandes maestros, ya lo sabes. Están aquí por algo, para enseñarnos algo que todavía no hemos aprendido...sí, ya sé que esto es muy bonito, filosófico, pero que no es ninguna ayuda práctica...

    Trataré de explicar mi situación para ver si puedo ayudarte en algo, o al menos saberte que todas las mamás estamos en la misma...:)

    Bueno, yo intento simplificar el por qué de las reacciones de mis hijas e intento que mi ego no se "regocije" recordándome que siempre he querido hacerlo mejor que mi madre pero que no es así porque en casa también hay gritos y respuestas y reacciones de mis hijas que me crean conflicto, que no me gustan, y mi ego me machaca haciéndome sentirme culpable...
    Me doy cuenta de que cada día me acuesto de la misma forma y con las mismas buenas intenciones para el día siguiente...y se repite...se repite...se repite...
    Creo que la cuestión está en tratar de mirarlo de otra manera y ante todo, recordar que tenemos que tratar de evitar que lleguen los gritos, porque una vez instalados..."cagada la hemos" y perdona la expresión. Nuestros hijos "no pararan de hacernos todas esas cosas" (es un modo de decirlo, evidentemente no lo hacen conscientemente) hasta que no cambiemos nuestra reacción primera, que es la de no llegar a ninguna parte.
    Anteyer mi hija mayor me sorprendió, después de pedirle que ordenase el lego que había tirado en el salón, se enfada porque yo "no estoy haciendo nada" (yo en ese momento intentaba recomponer el sofá)...casi me subo por las paredes y me largué porque estaba encendida por el día que llevábamos (qué largo es el verano)... Al cabo de un rato volví y le dije que a partir de ese momento me ayudaría en TODAS las tareas que hago a lo largo del día, TODAS, la intención es que vea todo lo que llega a hacer mamá en un día, y a esto me contesta toda contenta que "¡eso es lo que yo quiero hacer mami!, quiero ayudarte en todo porque es así como se aprende, ¿verdad mami?"...
    Llevamos dos días con esta táctica y te juro que me está sorprendiendo...tiene algún momento de "despiste" mientras realiza alguna tarea pero está la mar de contenta...y yo un poco más tranquila de momento...hasta que llegue una nueva prueba...
    Trato de girar la situación como un calcetín y trato de reírme bastante...no te creas...romper hábitos cuesta, pero esta es nuestra labor, romper hábitos, y lo haremos lo mejor que podamos.
    Y sinceramente...si a mí con dos ya me cuesta no quiero ni imaginármelo con cinco! Pero si la vida te los ha dado es porque TÚ PUEDES :).

    Un besito,

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  7. Bonita reflexión la de tu madre ¿no? Gracias Mónica, tus palabras me refrescan mucho y me alivian, entiendo que somos la generación de la transición, del cambio,de la revolucón, y también intuyo que esto, aunque siento que va rápido no lo será de hoy para mañana. Tengo ganas de verte y de compartirte.

    Ay Cueta, cuánto me gustaría dejarles ser libres, ser lo que son, y aprender de toda su expresión... desde que nacen intentado domesticarlos a nuestra imagen y semejanza, intentando que se acomoden a nosotros para que no nos molesten... sabiendo como sé que nuestro modelo está caduco, obsoleto, que ya no sirve y, como tu dices ¡cuánto, cuantísimo cuesta dejar el puñetero ego que aparece una y otra vez, aún viéndolo al instante soy incapaz de pararlo ¡qué bien atrapada me tiene! Pero como dice Mónica, quizás no sea esa mi labor y no deba de empeñarme, quizás lo que a nosotras nos toca sea eso, alumbrar y poner el foco, la conciencia de que así, así ya no es. Eso, al menos si que lo sé y lo hago, vaya si lo hago. Y se lo cuento a ellos, que como lo hace mamá no es, que debería dejarlos SEEERRRR pero que no me sale y me miran y se sonríen como diciendo mi mami está loca pero la queremos. Pues ya está, si se trata de poner conciencia, ahí estamos, además si algo se me escapa ya tengo ahí a Sunie que me dice ¡pero que haces! se te va la cabeza o qué!!!! y entonces me iría a por él a cortarle el cuello jajajajaja por hacerme mirar ese enorme ego torpe. Cosa que también pasa al revés, claro. Si es que por algo nos juntamos ;-))

    Un besazo chicas, os quiero.

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  8. Un inciso querida Dara, no sé si es lo que has querido decir tal cual, pero tampoco es cuestión de "dejarlos ser", claro que hay que dejar que sean ellos, con su carácter, sus virtudes y su manera de ser, hay que guiarles, ayudarles a ser ellos, pero sin soltarlos del todo, tienen que aprender. Creo que hay alguna generación por ahí con unos padres que han sido todo lo contrario del autoritarismo que han dado libertad total a sus hijos, y eso creo que tampoco es constructivo. Tiene que haber un término medio, un término que no sea ni autoritario ni libertario, que no corte las alas pero que tampoco sea anárquico...ambos son extremos y los extremos siempre están desequilibrados.
    Creo que nosotras estamos buscando este término medio, y descubrirlo es tarea ardúa...
    Igual mi idea es utópica, pero tiene que haber una manera constructiva de guiar sin agresividad, sin sufrimiento. La idea de que se aprende a base de tropezar con la misma piedra, a base de lastimarse, yo...la cambiaba...creo que todas nosotras estamos en ello, no?

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  9. Ay, como me había perdido este lujo de conversación de mujeres sabias!
    Gracias a todas por compartir.
    Yo creo, y es algo que he estado rumiando estos días, que el proceso lleva también una parte de ACEPTACIÓN.
    Saber que de la teoría a la práctica va un trecho, que de la madre que somos a la que queremos ser va un trecho, un trecho que con suerte se va acortando cada vez... pero que no desaparece nunca!!!
    También tenemos que aceptar NUESTROS LÍMITES, que son los que vamos a utilizar con ellos.
    No creo que ninguna generación de padres haya dejado a los hijos ser absolutamente libres porque eso es imposible, a menos que los abandones solos en medio de un campo: la interacción humana ya pone límites. Yo hoy estoy cansada, yo hoy estoy enfadada, yo hoy estoy de bajona... y esos ya resultan "límites" para mis hijos, y para las personas que están a mi alrededor.
    Creo que la fase final del proceso de aprendizaje es seguir en el camino, pero ACEPTARNOS EN EL PUNTO QUE ESTAMOS, porque la perfección no existe. Aceptarnos, amarnos y alegrarnos y regocijarnos del PUNTO DE CRECIMIENTO EN QUE ESTOY HOY, sea cual sea.
    Ahí está la clave.
    Sentir también confianza en que lo estamos haciendo lo mejor que podemos (todo el mundo lo hace lo mejor que puede, en realidad), que nuestros hijos están mejor criados de lo que estuvimos nosotras mismas, y sentirnos seguras y dichosas por ello.
    ¡Quiérete, querida Dara, que tus hijos son maravillosos y tienen una mamá maravillosa!!!

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  10. Gracias Ile por dejar aquí tu vibración.
    Si, ACEPTACIÓN es la palabra, a veces es facil y a veces no, depende del grado en que sienta que he metido la pata... pero ahí estamos, siempre en el intento.
    Te quiero

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  11. No puedo publicar como Dara, pero soy yo ;-))

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